Por una vez parece que a Zapatero le han salido las cosas bien. A veces pienso que tiene mala suerte. Me recuerda a los equipos de fútbol cuando están a dos puntos de ser los primeros y el líder pierde y finalmente el otro también y todo queda igual. Ha tenido la valentía de enviar a los Reyes a Ceuta y Melilla sabiendo lo que podía ocurrir y perder el trabajo y negociaciones de tres años con Marruecos. Aquella vez que dijo que el final del terrorismo estaba cerca y al día siguiente le destruyen medio aeropuerto. Tuvo que afrontar que el pequeño Napoleón francés le trajera en su avión a las azafatas del Chad. Pero ahora parece que gracias a su discreción y a la prepotencia del francés ha conseguido liberar a los españoles que quedaban allá. Imagino que los chadianos han mostrado así la comparación del que va de listo por la vida y los que trabajan mas comedidamente y respetando las formas. Por una vez el savoir faire ha estado en manos españolas. La verdad es que España lo tiene difícil en cuanto a las relaciones internacionales. Expulsamos en 1492 a los judíos, nos invadieron los árabes, pero hoy día estamos mas cerca de los invasores que de los expulsados. Los Estados Unidos a los que ayudamos en su liberación del colonialismo ingles ahora se olvidan de nosotros, pese a San Francisco, Los Angeles y todos esos habitantes que hablan castellano. Si queremos estar a bien con Marruecos nos enemistamos con Argelia. Aun nos queda la buena noticia que muchos portugueses quisieran de nuevo la unidad de la península, algo es algo. Pero hoy demos la enhorabuena a Moratinos y compañía, a ver cuanto dura.
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