sábado, 12 de enero de 2008

¿JUVENTUD DIVINO TESORO?

Tenia en mente hablar hoy de viajes, pero mientras cocía el post en mi cabeza, la mente me llevo a los viajes de juventud, aquellos en que ir a Madrid era una verdadera odisea. Y ese teletransporte a la juventud me ha llevado a pensar en esa época de la vida. La infancia es tiempo de aprendizaje básico, en esa época todo depende de la naturaleza y como nos ha conformado y del pequeño entorno que nos rodea. La adolescencia nos ofrece ya la posibilidad de autoaprendizaje y una básica comunicación con la sociedad. Pero pienso que la juventud es donde conseguimos interpretar las cuerdas que mueven nuestro destino. En la madurez bastante tenemos con procurarnos la subsistencia diaria y el transito al mas allá. Pero pienso que es en la juventud cuando tenemos tiempo en pensar en los valores. En este tiempo averiguamos cual es nuestra tendencia política, que si es un tema que nos interesa nos hace participar de manera activa con la afiliación en un partido político. Es el momento en que decidimos todo nuestro futuro profesional eligiendo el tipo de estudios o integrándonos en el mercado laboral. El joven debe elegir la mayor parte de sus alternativas que serán decisivas en el resto de su vida. Y siendo tan importante ese momento de la vida creo que es el menos cuidado por la sociedad civil y religiosa. A todos se les llena la boca priorizando la infancia o la jubilación. Quizás son momentos donde la persona es mas vulnerable, pero habría que garantizar esa otra etapa tan decisiva.
Es pues un tiempo de VALORES. Yo me veo inmerso en ese maremágnum de opciones pero tengo un recuerdo muy vivo de una de mis prioridades: la AMISTAD. En esos tiempos pensaba que era el afán mas importante a desarrollar, tener un grupo de amigos de verdad,amigos de leyenda, de esos que aparecen de vez en cuando en la literatura. Todos los pensamientos iban dirigidos a esta labor. Había que analizar que tipo de amigos quería, de donde, de que edad, si debían tener ocupaciones o hobbies semejantes, si debía tener amigos para divertirnos, para ayudarnos, amigos confidentes.
En un congreso de arte mudéjar en Teruel conocí a una catedrática de Historia Española francesa. Pasamos todo el congreso en un bar hablando de muchos temas. Tengo una especial predilección por todo lo francés, quizás porque es el idioma que aprendí en el colegio y porque allá encontré buenos amigos y un ahijado. Creo que parte del tiempo lo dedicamos a hablar de la amistad, y en parte floreció una amistad en este caso de cine entre los dos. Comenzamos una comunicación epistolar muy interesante, por la diferencia que había. Ella podía ser mi madre por la edad, tenia su familia y sus hijos entre una de sus prioridades. En ese tiempo se caso su hija. Yo la invite a mi casa, bueno a casa de mis padres que alucinaban cuando veían a quien había invitado su hijo. Me trajo de regalo un libro que ahora tengo en mis manos dedicado el 28 de enero de 1982 con toda su amistad y recomendándome leer la pagina 62.
Es un libro de fotografías con textos estupendos. El articulo de la pagina 62 se titula Le troisième A. Habla de las diferencias entre la amistad, el amor y la admiración. Os resumo algo del apartado de la amistad. La diferencia entre el amor y la amistad es que no puede haber amistad sin reciprocidad. No se puede tener amistad con alguien que no desea ser tu amigo. O la amistad es compartida o no existe. Por tanto no puede haber una amistad desgraciada. En tanto en el amor todo eso es posible.Asimismo no puede haber amistad sin estima. Si un amigo comete un acto vil entonces ya no es mas vuestro amigo. Sin embargo en el amor parece que se soporta todo. La admiración es como una nebulosa original de donde saldrán mas tarde con tiempo y reflexionando el amor y la amistad. La admiración es la pasión juvenil, inmadura primaria, que puede ser salvadora, enriquecedora, pero al tiempo devastadora y corruptible, y eso lo saben los tiranos.
Bueno, mis queridos amigos, perdonarme si os llamo asi, pero siempre he pensado que cuando alguien lee algo que tu has escrito, esta participando en tu vida, esta pasando unos minutos de su vida, tan preciada y a veces tan escasa a ti. Era lo que yo pensaba cuando escribía y escribía cartas a mis amigos. Merecía la pena porque ellos dedicaban su tiempo que podían dedicar a otros menesteres quizás mas divertidos a leerme y escribirme. Y esa bondad es para agradecer, y mas en estos tiempos, donde las tres A están tan olvidadas..... Gracias por soportarme y haber llegado hasta este punto
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