sábado, 12 de enero de 2008

VUELVA USTED MAÑANA O CUANDO PUEDA



Vuelva usted mañana, porque el señor oficial de la mesa no da audiencia hoy.
--Grandes negocios habrán cargado sobre él--, dije yo.
Como soy el diablo y aun he sido duende, busqué ocasión de echar una ojeada por el agujero de una cerradura. Su señoría estaba echando un cigarrito al brasero, y con una charada del Correo entre manos que le debía costar trabajo [acertar] el acertar.

--Es imposible verle hoy --le dije a mi compañero--; su señoría está, en efecto, ocupadísimo.

Así nos describía el genial Mariano José de Larra en el primer cuarto del siglo XlX como era la España de entonces. Larra era eminentemente un critico de la sociedad de la época. Creo que hoy diría que la administración ha mejorado mucho y aunque ahora se sale a fumar a la calle por la ley del tabaco, todo es un poco mas fácil pese a las largas filas para tener tu carné de identidad electrónico, o las filas que hacen nuestros nuevos residentes, los inmigrantes. Pero la verdad los españoles no tenemos pelos en la lengua, y hoy hemos podido ver como lo que ha cambiado ha sido fruto del cambio o evolución del lenguaje.

Pues habíamos decidido tomarnos un chocolate con churros en la nueva chocolatería de la plaza de Sas, un lugar bonito como son los sitios del chocolate en provincias. Da la impresión de que estábamos en un café de Avila o de Salamanca, con señoras vestidas de domingo, después de ir a la misa de 11 al Pilar. El chocolate es muy nuestro, aunque fue en las colonias donde lo importamos. Pero aquí hemos sabido hacer la transformación y acompañarlo con churros, nata, o los croissants de nuestros vecinos del norte. Y todo ello acompañado de mucho tiempo, que es lo que necesitamos para ponernos al día de todos los chismorreos y criticar a todo bicho viviente o no.

Y así hemos ocupado una mesita con vistas a la calle, una calle estrecha y fea, mas bien abandonada a ser simplemente un atajo de algunos atrevidos. Esa misma chocolatería tenia durante las fiestas 4 camareras-os en el mostrador y varios mas para las mesas. Hoy tan solo atendía una chica con pelos despeinados y que podía haber pasado la noche por algunos bares del casco. No es que hubiera mucha gente, pero en este país cuanto mas tiempo vamos a quedarnos en un bar mas rápido queremos que vaya todo. Lo importante es que nos sirvan rápido para ir al grano de nuestras conversaciones. Cuando la camarera viene todo se interrumpe y eso no es bueno.

Había unos servicios en la mesa que hemos retirado y poco después iban entrando personas que milagrosamente iban tomando sus cafés y sus chocolates, pero la chica no nos decía nada a nosotros, hasta que le dije que esos servicios no eran nuestros. Me decía a ver si ella cree que ya hemos tomado el café y luego nos quiere cobrar, pero si fuera así íbamos a exigir unas radiografías y la prueba del adn para que viera que no teníamos restos de chocolate en nuestro interior. La chica nos mira con cara amenazante y nos dice: CUANDO PUEDA. Como una camarera puede gritar a unos clientes de esa manera que van a pagar casi 700 pesetas de las de antes por una minúscula tacita de chocolate y 4 churros¡¡¡¡

Hemos preferido no oir esa frase y que pasara al olvido y pensando en Larra hemos simulado oir VUELVAN USTEDES MAÑANA, y así hemos salido discretamente por la puerta yendo a otro café de al lado...... allí hemos esperado 20 minutos mas para poder calentarnos con ese brebaje tan deseado, pero nadie nos dijo CUANDO PUEDA....

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