Zaragoza se esta convirtiendo en una ciudad que no sabe lo que quiere. Las obras de la expo y los cientos de miles de coches que tiene están convirtiendo la ciudad en un pequeño infierno circulatorio. Los autobuses no cumplen las frecuencias, van abarrotados; los coches particulares se enfrentan cada día a mas y mas atascos y la gente pierde los nervios. Pese a todo esto cada cual interpreta las soluciones por su cuenta, Ya nadie sabe si quiere metro o tranvía,ya no se ponen de acuerdo por donde debe pasar, ojala pasaran por mi puerta dos metros tres tranvías y cuatro autobuses para poder desplazarme a cualquier lado en minutos. No hay suficientes taxis en la ciudad, y los precios de estos son prohibitivos: cuesta mas un taxi al aeropuerto que ir a Londres en avión. Todos estos debates debían haberse establecido hace 20 años, y no ahora que han expandido la ciudad tanto que no hay solución. Las asociaciones de vecinos no quieren que pase el autobús por su puerta pero sino pasa se quejan igualmente. Todos quieren los beneficios sin sufrir las consecuencias. No comprendo que problema puede haber en tener un tranvía que al llegar al centro se convierta en metro para evitar congestionar el trafico. Soy un amante de los tranvías desde niño, recuerdo que no había que esperar casi nada y siempre estaban ahí porque tenían su carril. Ahora los autobuses tienen que compartir su trayecto con todos los turismos y las frecuencias se resienten cada día mas. Por Dios ponganse de acuerdo, que los técnicos decidan lo mejor para la ciudad, consigan el dinero necesario y contraten empresas que no lleguen con retraso. Zaragoza es una ciudad mediana donde vivir es todavía un placer, pero hay que innovar y solucionar para que siga siendo así.
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