sábado, 12 de enero de 2008

QUE SOLOS SE QUEDAN LOS MUERTOS


Hoy salí de casa por la mañana muy temprano con la idea de ir al parque grande a leer el libro que comencé hace dos semanas y que parece no vaya a acabar nunca. Y así parece ser, porque yendo por el tercer cinturón vi un cartel que decía dirección IKEA, y como no conocía la tienda seguí los carteles creyendo que estaba a la vuelta de la esquina, cuando me di cuenta que Zaragoza se veía a lo lejos, bueno tan solo se desdibujaban los edificios mas exteriores de la ciudad. No se si los especialistas hacen sus estudios con exactitud, aquello es inmenso, me refiero a parque Venecia, ya esta Ikea y se ven carteles del Corte Ingles , y quedan cientos de miles de metros por ocupar. La economia ha crecido mucho en los últimos años pero la ciudad no tanto. Desde hace muchos años los censos hablan de 650000 habitantes. Nos dicen que han llegado 100000 inmigrantes pero seguimos siendo 650000 zaragozanos. Seguramente esta zona atraerá a gente de provincias limítrofes, pero todo tiene un limite. Cuando los tipos de interés ahogan a las familias con sus hipotecas ahora se les presentan decenas de opciones para consumir. Puerto Venecia, la Expo, Plaza Imperial y no se cuantos lugares de ocio y tiendas mas. No hay un plan Marshall que nos de el dinero para gastar en esas áreas recreativas. Yo compre mis muebles cuando compre la casa hace ya 20 años y tan solo he cambiado la cama y el colchón, aunque si tuviera dinero seguro seguiría cambiando el salón y alguna cosa mas. Así que de momento Ikea tendrá que esperar. Las televisiones dicen que duran ahora 120000 horas, las bombillas de bajo consumo 8000 horas, es decir la inversión es duradera. Volvemos a comprar coches de segunda mano, y tan solo nos dejamos impresionar por las novedades electrónicas. Si alguien compra un armario en Ikea o cualquier otra tienda hay otra tienda que deja de venderlo. Si normalmente tomamos dos cervezas por la tarde, no tomamos 4 cervezas mas porque abran 4 bares nuevos, y nadie cena dos veces por probar la cena de un restaurante que nos han recomendado. Que alguien me lo explique.
He bajado luego por el bosque de pinos que aseguran plantaron los presos de la guerra civil española. Ha sido diferente ver el cementerio por fuera, nunca había dado esta vuelta. Y ya dentro del cementerio he paseado por la zona antigua de tierra. Solo había paseado por la zona central o paseo de Joaquín Costa, y nunca me había aventurado mas adentro.
Los cementerios, lugares de reposo de nuestros difuntos tienen muchas particularidades. Por alguna razón unen por un momento a familias separadas que ese día luctuoso deben aparentar unidad y tristeza delante del resto de parientes y amistades. Cuando no es el día del entierro sino de visita a los parientes difuntos, surgen siempre los problemas existentes entre los vivos. Paseando siempre se oyen muchas discusiones, palabras malsonantes con una primordial "es que tu", siempre hay un momento especial para echarnos en cara cualquier cosa.
Viendo las lapidas podemos enterarnos de algo de la vida de las personas. Hay varios panteones protegidos por esfinges, alguna parece incluso sacada de una tumba de asirios. Otra con otro tipo de esfinges y un templo antiguo pertenece a un licenciado en derecho que murió creo que los años 40 (¿como se diría si hubiera muerto en 1908? no me cuadra la década de los 10 en los años 10, si porque hablamos de la década de los 50 o de los 60 pero nunca de la década de los 10, pobres músicos o escritores cuya obra este hecha en esos años). He visto una lapida con un fallecimiento de la joven tal a los 23 años. Luego por los apellidos murió la madre, el padre y su hermano; no vivió ninguno hasta los 70.
Esta visión me daba o sugería que es una oportunidad única de pasar a la posteridad, de ser un poco inmortal. Como no hemos conseguido la fama que da el futbol o la literatura y nuestros nombres no aparecerán en los libros de texto y no habrá una fundación o un hospital con nuestro nombre y apellidos, lo único que nos queda es tener un panteón, pero muy grande y con una temática que llame la atención. Si esta bien situado estamos seguros que mucha gente va a saber de nuestra existencia y aunque no sepan nada de nosotros les dará que pensar, ¿seria un filosofo o un historiador del arte como parece indicar esos panteones tan mitológicos? Sino siempre queda que piensen que seria de una familia ilustre de la ciudad. Bueno habrá que ir ahorrando y ponerlo en las instrucciones post morten.
Bueno ha sido una mañana de domingo diferente. Al final el libro se ha quedado en el mismo capitulo y mis pies están doloridos no sabéis como. Veinticinco kilómetros de un tirón son muchos kilómetros incluso para mi.

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